Decíamos la semana pasada que existía una preocupación real entorno a un posible paro de Plataforma y, de momento, lo que tenemos ya a la vista son asambleas este domingo para determinar si el “movimiento” decide retomar su paro patronal a partir del 30 de junio.
¿Pronósticos? En mi opinión, Plataforma no existe sin conflicto, por lo que la única manera de justificarse, con o sin razón, es reanudar el paro. Además, no podemos soslayar el condicionante político. Con o sin VOX detrás, con o sin una mano negra meciendo la cuna, lo cierto es que el poder desestabilizador de Plataforma es amplio y el momento idóneo es ahora tras el varapalo de Andalucía y la fuerte crisis que vive la coalición que mantiene a Pedro Sánchez en La Moncloa. Si el objetivo es dañar al Gobierno (y no se entiende otro por la forma y maneras de negociar de Plataforma) es el momento de “atacar”.
Otra cosa es que Raquel Sánchez, Marlaska y demás responsables de garantizar el derecho a la movilidad vayan a tropezar dos veces en la misma piedra y vayan a permitir los chantajes y la violencia de los integrantes del “movimiento”, tal y como sucedió en el paro de marzo. El Gobierno sabe (o debería saber) que se la juega si hay una convocatoria de paro a partir del día 30. El electorado ya no va a permitir más lineales vacíos. Por tanto, si hubiera convocatoria de cese de actividad, Plataforma debería saber que el Gobierno ya no se la va a coger con papel de fumar ni va a perder el tiempo en moralidades fatuas, complicando la estrategia a los extorsionadores.
Por otro lado, ya veremos quiénes y cuántos en esta ocasión siguen a “don Manuel” en su cruzada, pues algunos miembros relevantes han sido arrojados por la borda en las últimas semanas. El ejemplo más claro es el de la Unión Independiente de Transportistas Autónomos de Asturias, una de las comunidades donde más impacto tuvo el paro en marzo y donde ahora, fuera de Plataforma, se debatirá el paro, aunque no hay previsión de secundarlo.
Entre otras razones porque las cláusulas de revisión de precios están funcionando. Se está logrando progresivamente la adaptación de los precios a los costes, muchos transportistas lo están viendo y hay cierto miedo a que un nuevo paro dé al traste con esta tendencia.
Una sensación que pudiera ser importante en el seno de Plataforma pero, sobre todo, debe tener mucho peso en todas aquellas asociaciones y federaciones que al calor del “movimiento” se sumaron gratuitamente al paro de marzo y que ahora no parece que estén en la misma línea.
Y todo esto sin olvidar que lo único que defiende ahora mismo “don Manuel” es que se apruebe ya la Ley de la Cadena del Transporte, una cuestión harto complicada por simples razones de procedimiento legislativo, mientras que el CNTC este mismo lunes le ha puesto el cascabel al gato, limitando la cuestión de la citada ley al ámbito de la negociación y sus propios tiempos de tramitación y, sobre todo, reclamando de manera muy concreta que se conserven los 20 céntimos hasta final de año, que se añadan otros 20 céntimos más y que se abone una nueva ayuda directa de 1.250 euros por camión, en el convencimiento de que el Gobierno debe aprobar nuevas ayudas de inmediato y, eso sí, con un hoja de ruta tan contundente como diferenciadora del discurso basado en el tremendismo por el tremendismo de Plataforma que, bien es verdad que asume en este proceso liderar el trabajo sucio, que tuvo también su cuota de responsabilidad en todo lo conseguido por el sector en estos meses.
Si hay paro patronal de Plataforma a partir del día 30 creo que tendrá menor seguimiento e impacto, eso sí, ojo como el Gobierno no escuche lo que propone el CNTC… Nuevas ayudas son insoslayables.
El CNTC este mismo lunes le ha puesto el cascabel al gato